Orfeo
contrariado
¿Anhelas tú, musa, volverte
mi Eurídice?
La armonía de mis versos
podría apaciguarte.
Pero de algo te prevengo:
no estoy dispuesto a librarte
del Hades.
En todo caso, evítame la
pena de perderte,
tú evita cruzarte con todo
aquel Aristeo
y cuida tus andares
de los colmillos de
la serpiente.
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